Observa con tu hijo la reflexión de luz a través de esta divertida actividad, en la que aprenderán qué es y cómo funciona un caleidoscopio. Este es un instrumento óptico en forma de tubo que utiliza luces y espejos para reflejar objetos y multiplicarlos simétricamente, generando imágenes llenas de colores y movimientos. Sabiendo esto, tu hijo ejercitará su percepción visual, mente e imaginación.
¡Hagamos un caleidoscopio!
Observa cómo se reflejan y multiplican tus luces de año nuevo.
Cartulina metálica (si no la consigues puedes pegar papel aluminio en una cartulina blanca)
Cuencas o bolitas de muchos colores y de diferentes tamaños
Una bolsa de plástico transparente
Papel vegetal o albanene
Pegamento
Cinta adhesiva
Tijeras
Regla

Recorta un rectángulo de 12 x 20 cm de cartulina metálica.
Traza a lo largo dos líneas que dividan en tres partes iguales la cartulina.
Dobla la cartulina por las líneas verticales de modo que la parte brillante quede hacia dentro, esto formará un triángulo.
Asegura el triángulo con cinta adhesiva.
Corta dos pedazos de la bolsa de plástico y pégalas en cada uno de los extremos.
Corta un rectángulo delgado de cartulina metálica y pégalo alrededor de uno de los extremos. El lado brillante debe quedar hacia dentro.
Coloca las cuencas de colores en este espacio y séllalo con un pedazo de papel vegetal. Decora a tu gusto.
¡Listo!, dirige a tu hijo con el caleidoscopio a un lugar con mucha luz y enséñale el efecto óptico que tienen las cuencas en el papel y cómo se van multiplicando al ir girando el tubo.

Tip
- Prueba metiendo figuras geométricas hechas con papel celofán al caleidoscopio y diviértanse observando las imágenes.